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Con la llegada del verano, hay un cambio en la alimentación y se consumen productos más livianos y frescos bajos en sodio o calorías para hacer frente a las altas temperaturas. 

Para poder mantener una dieta saludable, no sólo es clave la selección consciente de los alimentos sino también su cuidado. Estos pueden verse afectados por el calor en su traslado o ante la pérdida de cadena de frío por falta de suministro eléctrico. 

Por otro lado, adoptar ciertos hábitos de cuidados, permite un uso más eficiente de los alimentos, extendiendo su duración y derivando en en un ahorro económico para la familia. A continuación, repasamos las prácticas más recomendadas:

1. Temperatura correcta

Todas las heladeras tienen la función de regular su temperatura; en verano se recomienda mantenerla entre 4º y 5ºC. Luego de configurar el electrodoméstico, se recomienda no cargar completamente la heladera ya que no permite que circule bien el aire y esto podría afectar la refrigeración correcta. 

2. La magia del orden

Sí, en la heladera también es recomendable llevar una organización que permitirá darle a cada categoría de alimentos su temperatura adecuada. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informa ciertos cuidados a tener en cuenta:

  • Productos cocidos: Ubicarlos en el lugar más accesible, dejando adelante los que caducan primero. 
  • Lácteos, huevos y pastas: se pueden colocar en los estantes medios, es mejor colocarlos retirados de la puerta para evitar que pierdan frío cuando esta se abra. 
  • Carnes: en general son muy perecederas, lo que significa que deben mantenerse a baja temperatura. Para eso, el mejor lugar es en el estante que se encuentra sobre el cajón de las verduras.
  • Verduras y frutas: encuentran su mejor lugar en la parte baja de la heladera (los cajones reservados para ellas).
  • Condimentos y aderezos: los estantes de las puertas son ideales para estos alimentos que en general no requieren temperaturas tan bajas aunque sí refrigeración.

3. Juntos pero separados

Es posible tener las verduras y frutas en el mismo cajón o espacio de la heladera dedicado a ello; sin embargo se recomienda evitar que ciertas frutas y verduras estén juntas ya que se acelera el proceso de maduración. Algunos ejemplos de combinaciones a evitar son: peras con manzanas, papas con cebollas o bananas con palta.

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